Iban 31 minutos del segundo tiempo del duelo contra Unión cuando el cuarto árbitro, Diego Ceballos, mostró el cartel que indicaba el último cambio en San Martín. El “28 x 7” indicaba que Gonzalo Rodríguez debía dejarle su lugar a Gonzalo Lamardo. Una catarata de aplausos bajó desde los cuatro costados para premiar el trabajo de “Turbo”, uno de los más queridos del plantel.
Minutos más tardes, en una breve encuesta realizada por LG Deportiva, Gonzalo resultó uno de los votados por los hinchas “santos” para renovar su vínculo y quedarse a jugar la B Nacional.
Pese a que durante la temporada en la Superliga no logró ser ese delantero determinante que fue puntal y figura en los ascensos desde el Federal A hacia la B y a la elite de nuestro fútbol, el hincha “santo” le hizo un mimo por su entrega inconmensurable. “Turbo” corrió y puso el alma tratando de defender la categoría. Con la derrota consumada ante Boca, que en ese momento sentenciaba las ilusiones de San Martín, él corría y peleaba cada pelota.
Así rompió en llanto cuando se confirmó el triste desenlace y los hinchas lo elogiaron en las diferentes redes sociales. “Nadie puede negar que se bancó los peores momentos del club; y hasta miles de críticas. Pero juega como un verdadero hincha”, fue uno de los tantas “caricias” que recibió.
Sí, Rodríguez siente la camiseta. Llegó en 2011 a La Ciudadela, se bancó el descenso al Federal A siendo un pibe que apenas asomaba sus narices en el fútbol profesional, le puso el pecho a esas crisis institucionales que amenazaban con derribar todos los sueños, aceptó irse a préstamo a San Jorge y volvió con todo. Fue decisivo en la campaña que terminó con el ascenso en Andalgalá y en la última temporada de la B Nacional, fue un estandarte del equipo y marcó goles clave para subir a Primera.
Y a pesar de que San Martín casi que ya juega por el honor, él sigue rompiéndose el lomo. Marcó su primer gol en la máxima categoría justo una semana después del descenso, en el “Único de La Plata” contra Estudiantes; y después fue uno de los mejores en el empate contra San Lorenzo por la última fecha de la Superliga y la figura de la cancha el último sábado, contra Unión, en el duelo de ida de la primera fase de la Copa de la Superliga.
“Él siente la camiseta como pocos; debe ser nuestra bandera. Tantos vienen a jugar por la plata y él siempre termina dejando todo por el amor que le tiene a San Martín”. La frase de un plateísta a su compañero de butaca, segundos después de que “Turbo” dejara el campo, refleja casi el sentir popular en Bolívar y Pellegrini.
Pese a que muchas veces los fanáticos reniegan por sus arrebatos que le impiden ser un delantero letal, todos le valoran el esfuerzo y el sentido de pertenencia. Gonzalo fue vital en la remontada del clásico en 25 de Mayo y Chile. Festejó ese triunfo como loco y se mostró golpeadísimo cuando San Martín cayó a la segunda categoría.
Su contrato con el club finaliza en junio de 2019 y los hinchas ya dieron su veredicto: lo quieren ver por mucho tiempo más corriendo por Pellegrini, lanzando centros desde Matienzo y gritando goles como un verdadero fanático. “Turbo”, el emblema “santo” que no le teme a nada.